El inicio

La intención de este blog era exponer la gran cantidad de fotos y material audiovisual que tenía guardado por los cajones, pero tirando tirando al final llegué hasta el principio de los tiempos, y claro, me entró la nostalgia... Así que decidí contarlo todo desde el origen, siempre he sido muy ordenado y no me gusta hacer las cosas a medias.

Narraré mi historia, y paralelamente la historia del windsurf (no sé lo que tardaré porque tengo mucho material...), y cuando la historia deje de serlo pues daré paso a las historietas, a las aventuras, a los viajes, a los sueños... y a las sesiones, sesiones espero por mucho tiempo.

Esta es mi historia:


Mis primeros contactos con el windsurf comenzaron cuando mi padre y mis hermanas lo practicaban en Lo Pagán (Mar Menor) en los años 80. En septiembre de 1981, cuando yo tenía 9 años, me subí por primera vez a una tabla. Por aquel entonces ya empecé a agarrar la botavara, mi padre intentaba explicarme cómo funcionaba aquello pero yo no me aclaraba (el material era demasiado pesado para mí). Así estuve cada verano hasta que a los 12 la cosa empezó a gustarme. Ya empezaba a meterme en invierno también, con un traje tipo long john... de mi padre (5 tallas más grande). Recuerdo incluso una navidad que me metí con el traje, un jersey de lana, y una bufanda...menos mal que no me caí.



                                         Mi padre en sus primeras navegadas en los años 80


La siguiente foto es la primera que tengo navegando. La tabla era de mi padre, una alpha, de grandes dimensiones y un quintal de peso, la vela creo recordar que era una gaastra de 5,6.


Estuve bastante tiempo navegando con ese material, hasta que un amigo se compró un equipo mistral de llamativos colores, sin orza, con sables forzados, footstraps... El funboard acababa de llegar y mi padre, que quería lo mejor para mí, no se le ocurre otra cosa que comprarme una tabla custom!; no recuerdo ni dónde ni a quién... Creo que era de 270, y muy muy estrecha; para mí que era de speed...y por supuesto sinker. En fin, me costó lo suyo el salto de una tabla a otra, pero el primer día que planeé...todavía lo recuerdo.

Utilizaba mucho un libro de windsurf que mi padre se compró, como buen autodidacta. No existían escuelas en la zona y nadie que practicara para poder fijarse, lo utilicé bastante y cada vez que repaso sus fotos se me ponen los pelos de punta... También veía revistas como "Vela Libre" antes de la llegada de "Surf a Vela".



Creo que esta es la primera foto que me hicieron saltando, llevaba la tabla custom y una vela hecha a mano. Ya estaba enganchado al windsurf, y a partir de aquí ya no hubo vuelta atrás. Se fueron sucediendo una serie de acontecimientos que iré contando poco a poco a lo largo de este blog.

Para el siguiente capítulo narraré la entrada de la bic electric rock en mi vida, las ansias y agonías por el viento, y las primeras competiciones. Ah!, y bienvenido si acabas de entrar en mi blog.

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