El gran salto

Durante una navidad, mi padre me trajo un catálogo de Bic Sport con los últimos modelos de tablas, me llamó la atención una en concreto; la "Electric Rock", con fotos espectaculares en olas hawaianas. Con ella navegué por primera vez en el Mediterráneo (hasta ahora sólo había navegado en la laguna del Mar Menor).


Mis primeros saltos en el Mediterráneo

En estos primeros años sólo navegaba los fines de semana y en vacaciones. A veces durante la semana, cuando anunciaban buen parte de viento, según Maldonado en TVE, me escapaba alguna tarde del instituto (...papá no leas esto!...), cogía el autobús y me iba hacia la playa. En invierno vivía en Murcia capital y con 16 años era una odisea acercarme a la playa. Durante esa época conocí a la que es ahora la madre de mis hijos, que lógicamente vivía en la playa....así que aguanté poco; la ciudad no era para mí.

Cuando acabé el bachillerato tomé la decisión más importante de mi vida, irme a vivir cerca del mar. Hoy día puede parecer algo normal con tantas comunicaciones, autopistas, internet... pero en aquella época era una locura. Irte a vivir a la casa de veraneo de tus padres, sólo, con 16 años... pues eso, una locura. La gente me decía: ¿a la playa en invierno, a qué?. Lo sorprendente es que a mis padres no les pareció mal (?!), se ve que confiaban en mí.

Y comenzó el primer año de mi nueva vida: nuevo instituto, nuevos amigos y sobre todo ver el mar todos los días desde la cama. Todavía recuerdo el primer día de clase; iba en autobús por la costa viendo el mar, con un buen mastral y pensando: "en cuanto salga me tiro al agua de cabeza", no me lo podía creer.


Evidentemente fue un gran salto para mí el poder navegar todos los días que hiciera viento, mi progresión fue muy rápida y también la circulación de material en mis manos. Volví a las tablas custom, en este caso una "Hot Shapes" que algún malnacido me robó al poco tiempo de usarla. Le tenía mucho cariño, ya que fue la primera tabla con la que me tiré al killer loop, la maniobra de moda. 

Por aquel entonces se anunció en la revista Surf a Vela (nº 40 o así) una asociación llamada AEFUN (Asociación Española de Funboard), me apunté y me dieron el número de socio 62... y con ese número me quedé hasta hoy. Mi intención era hacer regatas, y por eso me apunté. 

Empezaba a destacar navegando y mi primer sponsor fue una tienda llamada "Deportes Paños", la cual me hacía descuentos en el material (Northsail, Tramontana) y así llegué a mi primera regata de carácter local y amateur (fue una larga distancia con material de raceboard). Gané en mi categoría junior y en la absoluta, la adrenalina de la competición me enganchó y ya no me soltó.






Los inicios del backloop

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